Del traje al afterwork: el business casual que conquista la oficina moderna

El business casual se ha convertido en el nuevo lenguaje de la moda masculina. Una forma de moverse entre el trabajo al afterwork sin necesidad de cambiarse. Hoy, ese código se reinterpreta. La nueva generación busca prendas con intención y el business casual es la respuesta: vestir bien sin parecer que lo intentas.

Qué es realmente el estilo business casual

El business casual es la forma moderna de vestir bien para trabajar sin parecer demasiado formal. Olvídate del traje completo y la corbata, pero también de las camisetas con mensajes o las zapatillas deportivas llamativas. Se trata de encontrar el punto medio: un look que se vea profesional, cómodo y actual. 

El business casual nació para suavizar los códigos de oficina más tradicionales. Antes, el traje era casi una obligación. Hoy, ese mismo traje puede combinarse con prendas más relajadas como una camisa sin corbata, un polo de punto o unos mocasines o accesorios como los calcetines, y seguir siendo igual de elegante.

Las búsquedas en Google de business casual han crecido más de un 100% en el último año, y es lógico: cada vez más hombres buscan formas de vestirse bien para el trabajo sin renunciar a la comodidad. Después de la pandemia, muchos seguimos queriendo sentirnos cómodos, pero también presentar buena imagen.

El business casual es la respuesta: te permite moverte entre la oficina, una comida de trabajo o una cena sin tener que cambiarte. Si quieres ir sobre seguro, los trajes en tonos azul, marino, beige o gris claro son siempre una buena base. 

Tres prendas clave para dominar el estilo business casual

Puedes combinarlos con camisas o polos neutros y unos calcetines casual que aporten el toque de color o textura justo para hacer el look más tuyo. Vestir bien ya no va de etiquetas o códigos encorsetados. Y el business casual es exactamente eso, una actitud que equilibra estilo y comodidad.

Calcetines y calzado

El calcetín es el punto de conexión entre el calzado y el resto del outfit, y muchas veces, el elemento que diferencia lo correcto de lo memorable. En el universo business casual, los calcetines dejan de ser un básico invisible para convertirse en un gesto de estilo. No se trata de llamar la atención, sino de expresar una actitud.

 Ahí es donde entra Besocks: calcetines que combinan diseño, calidad y sostenibilidad, pensados para quienes entienden que la verdadera elegancia empieza por los detalles. Fabricados con algodón orgánico y producidos de forma responsable en Portugal, los calcetines Besocks aportan color y carácter a tus outfits

Un par de calcetines azul petróleo con un chino beige, un modelo en gris jaspeado bajo un traje desestructurado o un tono malva discreto que asoma entre mocasines y bajos doblados. Pequeños gestos que comunican mucho: confianza, gusto y autenticidad.

El pantalón

El pantalón es la base del look business casual. Debe mantener cierta estructura, pero sin rigidez. Los chinos, los pantalones de pinzas o los pantalones de traje con caída ligera funcionan a la perfección.

Los tonos neutros —arena, gris, azul o verde seco— aportan esa versatilidad y sofisticación. Y el ajuste marca la diferencia: una silueta limpia, ligeramente entallada, pero que te permita moverte con facilidad es clave.

La parte superior

Para la parte superior, el abanico de prendas que puedes usar es muy amplio: camisas oxford, polos de punto, sobrecamisas, polos, camisetas básicas… Este tipo de prendas son el punto medio ideal entre lo formal y lo relajado. Aquí es importante fijarse en el corte de la prenda y elegir esos fits que nos favorecen más según nuestro tipo de cuerpo.

Un blazer informal sobre una camisa abierta comunica lo mismo que una corbata… pero con mucha más intención, y creatividad. El resultado de mezclar este tipo de prendas más formales con informales es un estilo pulido, elegante, y actual, pero dando la sensación de que no te esfuerzas

Cuatro claves para vestir bien (y cómodo) en la oficina

Equilibrio: mezcla prendas formales e informales

El business casual vive en el contraste. Combina una prenda estructurada —como un blazer o unos pantalones de pinzas— con otra más relajada, como una camiseta de punto o sneakers discretos. Esa mezcla define la nueva elegancia urbana: contemporánea, flexible y funcional.

Colores: elige colores neutros

La paleta del business casual es sobria, pero nunca aburrida. Parte de tonos neutros como gris, beige, azul marino o blanco roto y añade un toque de color con intención. Los calcetines Besocks son el lienzo perfecto para hacerlo: un punto mostaza, burdeos o verde puede dar vida a un look sin romper su áurea. El color, en este estilo, no busca protagonismo. Busca equilibrio.

Ajuste: escoge la talla correcta

Una prenda demasiado ceñida transmite rigidez; una demasiado holgada, descuido. El ajuste ideal es aquel que acompaña el cuerpo y permite moverse con naturalidad. La ropa debe adaptarse a ti, no al revés. Esa es la base del auténtico business casual.

Calcetines: el accesorio que marca la diferencia

En un entorno donde las normas se difuminan, los calcetines se convierten en el nuevo gesto de distinción. Un toque de color bien elegido puede equilibrar todo un outfit o aportar ese contraste justo. Los diseños de Besocks —inspirados en el arte, la cultura y la estética contemporánea— representan esa elegancia relajada que define el business casual moderno.

El business casual no es solo una forma de vestir, es una forma de estar. Refleja cómo entendemos hoy la elegancia: funcional, consciente y con personalidad. Y en ese universo donde el detalle marca la diferencia, los calcetines son el hilo invisible que une la comodidad y la moda.

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